Monday, June 08, 2009

EL MANGOS EN:

OTRO ABURRIDO CUENTO MEDIO CORTO DE MI VIDA
O AMIGOS DE AYER Y HOY


Hace unos dias pasé por la calle donde viví los mejores años de mi infancia, esa calle con grandes historias protagonizadas en su mayoria por la generacion 90-96 llenas de juegos ridiculos, grandes madrizas, hampones secretos, allanamientos, incendios, helicopteros estrellados y otras anecdotas mas. Compré unas papas y una coca en la tienda del Homero, al salir una voz grave me frenó en seco -que onda "ojitos" que andas haciendo por aqui!?- era El Largo quien iba acompañado de La Niña Enclaustrada ambos me miraron sonrientes y me saludaron como solo los grandes amigos que no se ven en años saben hacerlo, extrañamente respondí su saludo y sentí empatia con la alegria de ambos incluso cambie la coca por unas cervezas que bebimos en "la cueva" me contaron cuanto había cambiado la calle desde que mi familia dejo la cuadra y lo aburrido y conflictivo que se volvio todo al paso de los años. De pronto me invadio un profundo desasosiego y la alegria compartida desaparecio de súbito ¿que chingados estaba pasando? ¿por que estaba yo cheleando con Largo y Niña Enclaustrada? ambas preguntas asaltaron mi mente porque:

Cuando tenia 10 años, Largo en aquel entonces tendria como 18, media como 2 metros y vivia en la casa de porton blanco ideal para jugar
gol-para, nunca nos llevamos bien con él solo se dirigía a nosotros cuando salia a decirnos que no golpearamos su zagúan y el unico dia que "jugó" con la banda fue cuando nos correteo despues de partirle la madre a su puerta, cuando hartos de sus amenazas pateamos con maldad la entrada de su casa hasta descuadrarla. Desde ese día nunca mas volvio a salir de su casa cuando jugabamos en la calle y por consiguiente nos guardo siempre un odio inconmensurable.

Niña Enclaustrada por su parte y como bien describe su apodo estaba enclaustrada de cierta forma, vivia en la casona freak con su familia freak y su perro freak, solo se le veia en las mañanas cuando salia rumbo a la escuela en su camioneta-carroza chevrolet freak, ella era delgada, güera de piel blanca paliducha extrañamente linda. Recuerdo que alguna vez las niñas de la cuadra la invitaron a jugar un clasico juego nocturno de escondidillas, respondio que si, que solo pediria permiso a sus papás para salir en la noche, nunca salio y esa invitacion se quedo solo en eso. A veces podia ver como asomaba el rostro entre las cortinas espiandonos todas las noches en las que saliamos a jugar...

Me empine los 3/4 de cerveza que tenia y la termine de un trago, me levanté y les dije que estaba muy contento de verlos e hicimos planes de salir un fin de semana aunque la verdad yo estaba todo sacado de onda. Me despedi de ellos, no sin antes intercambiar abrazos fraternales, numeros de celular y cuentas de messenger, di media vuelta y en unos cuantos pasos la voz de Niña Enclaustrada me detuvo, al voltear la mirada hacia ella recibi instantaneamente una sonora bofetada de mano izquierda seguida de otra de derecha y una ultima que hizo que me doliera todo el cuerpo.

Abri los ojos, estaba tirado en la banqueta con una pequeña herida en la ceja. La realidad fue que antes de llegar a la tienda un tipo que salió corriendo de un edificio se estrelló conmigo y me knockeo, Niña Enclaustrada y Largo casualmente atestiguaron el accidente y corrieron a ayudarnos, Niña me dio unos golpes para que reaccionara mientras que Largo atendia al infortunado corredor que tenia la nariz sangrante y un golpe grave en la cabeza resultado de la caida; llegó una ambulancia para llevarse de urgencia al corredor shockeado, un paramedico se detuvo a reviasarme y al notar que me encontraba bien se fueron con el corredor. La bolita de metiches que nos rodearon se disipo rapidamente, Largo como quien reconoce a un viejo enemigo de guerra pero ya sin resentimiento hizo una mueca mientras asentia con la cabeza, Niña preguntó si me encontraba bien, al ser afirmativa mi respuesta hubo un breve silencio sepulcral entre los tres. Largo paso las manos sobre su ropa como intentando limpiarse la sangre acto seguido dio media vuelta sin decir nada y se marchó. Niña se acomodo la sudadera y recogio su cabello con una liga, dijo -bye!- acompañado de ese movimiento con los dedos de la mano y se fue a casa.
Yo retome mi camino a la tienda del Homero pensando en esas dos personas, pensando que aun despues de tantos años y con el recuerdo de ser solo vecinos indeseables pudimos reconocernos las caras solo que el encuentro no fue tan agrabable como en ese sueño mientras estuve inconciente. Si les hubiera invitado unas chelas justo en el momento del silencio sepulcral tal vez esta historia habria terminado entre risas, cartones de cerveza, recuerdos de puertas descuadradas e invitaciones de juego sin atender.

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Now playing: Chan Kwong Wing - Goodbye Master, Goodbye
via FoxyTunes

2 comments:

Mandarina Acida said...

nada que el pinche alcohol no solucione...
insisto... maldito alcohol.
besos mandarinescos...ahogados.

shorts abercrombie said...

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