Saturday, August 30, 2008

EL MANGOS EN:

MI NOVIA POLLY

Hace un par de años solia trabajar por esos rumbos cerca de alguna carretera, todos los dias llegaba a las siete de la mañana y salia a las dos de la tarde justo a tiempo para tomar un camión que me llevaba al paradero donde tomaba otro que me dejaba unas calles cerca de la prepa a la que siempre llegaba tarde.
Habia ciertos dias en los que me escapaba una hora o media hora antes para poder llegar cinco minutos antes de mi primera clase, en esas ocaciones en las que adivinaba que mi jefe iba a faltar, entre esa hora o media hora, en el camión varias veces concordaba con el horario de viaje de Polly, como el camion siempre iba hasta la madre solo podia ver su cabeza apoyada en una de las ventanas mientras leia un libro, ella siempre se sentaba en el mismo lugar, en los asientos del medio o eso me parecia pues no era muy frecuente que la encotrara quizá otros dias era de las ultimas de la fila y se sentaba hasta atras o en el asiento del copiloto, pero en las ocaciones en que la frecuentaba simepre la veia ahi.

Polly era muy guapa a mi parecer, cabello negro largo y lacio, ojos negros nariz afilada, piel blanca y poco maquillaje de esa onda darkie que no es ostentosa como los pinches nacos que se pintan la geta como el cuervo, estatura baja y siempre traia una mochilota y un estuche largo que al principio no sabia para que podria ser usado. Con tanta cosa cargando crei que era algo asi como una artista plastica que en mis culturosos años de prepa eso me resultaba atractivo y de gran sex-apeal (pinche iiiiinnndiiooo).

En esos encuentros camionisticos Polly al fin se dio cuenta de que la observaba y al contrario de las mujeres que corren despavoridas al notar que son observadas por mi, ella tambien me miro fijamente y lanzó una sonrisa discreta y siguio con su lectura, no importaba cuán guapa me pareciera ella o que tan bien parecido le haya resultado yo (jajaja...) pues ambos sabiamos que ligar en un camion, pesero o cualquier transporte colectivo resultaba de la mas baja estofa digna de papirrines que gustan de vestir pantalones a media nalga con camisas del capitan america y zapatos con el casquillo descubierto. Desde ese dia con o sin patron en el trabajo buscaba excusas para salir temprano y encontrarme con ella, hasta que nos tomamos la medida y los encuentros eran mas frecuentes, siempre lo mismo; nos veiamos de a lejitos, platicabamos con la mirada, sonrisas idiotas entre toda la raza viajera del camión.

Como saben mis 3 lectores no me gustan los postes largos asi que este lo voy a partir en dos mas adelante pongo la otra mitad.....abur!

1 comment:

Anonymous said...

Coquetería pura..
me gusta me gusta
ese sentir..

Saludos!