Friday, January 30, 2009

EL MANGOS EN:

CUANDO VAS A MORIR

Hace unos días me dieron la terrible noticia; voy a morir, en ese instante el aire dejó de circular por la habitación llenándola de un calor asfixiante y comenzó a dar vueltas vertiginosamente, el doctor se levanto rápidamente de su escritorio y se paro junto a mi levantándome la cara, inspeccionó con rapidez mis pupilas con una lamparita y acto seguido usó el estetoscopio para checar mi ritmo cardiaco que ya se había agitado a un grado tal que parecía como si me hubiera metido 10 tachas al hilo con un caballito de mezcal (aunque no tengo idea de como es meterse una siquiera) No se que tanto estaba parloteando solo miraba el rápido movimiento de sus labios y de estos salía el insoportable ruido que hace el carrito de los camotes, cerré los ojos un momento y vomite sobre su ropa una mezcla amarilla y amarga con vestigios de torta cubana. Aún estaba muy agitado, pero pude alzar un poco la vista hacia el medico que se dirigía a una vitrina donde abrió unos cuantos cajones preparo una solución con la que llenó una jeringa y me arponeó con la saña de un pescador japonés al cazar una cría de ballena. Cinco segundos después ya estaba mucho mejor, atontado por la droga que me suministro pero ya me sentía bien, me dijo que lo tomara con calma que todavía se podía hacer mucho -si, claro doc- respondí mientras negaba con la cabeza, de mi cartera saque todo el efectivo que traía no se si 900 o 1000 pesos y los puse sobre un mueblecito de aluminio -perdóneme doc, ahí le dejo lo de la tintorería-

¡Pinche doctor!, desde hace tiempo tenia el presentimiento que debía dejar de ir a verlo cada que me sentía mal, por andar pidiendo segundas opiniones me salen con estas jaladas. Llegó la noche y como era de esperar me la pasé dando vueltas en la cama y mirando el techo largas horas pensando en lo que me dijo aquel galeno del mal, estaba asustado y muy deprimido, todos los recuerdos de mi vida se proyectaron en mi mente la mayoría tal cual habían sucedido y otros tantos se mezclaban con fantasías dándoles un toque mas confortable hasta que por fin me quede dormido para así dar paso a sueños caóticos postapocalipticos de escenarios desconocidos y parientes muertos solo faltaba la habitación roja y el enano que hablara al revés.

Hoy me levante mas tarde que de costumbre me puse la misma ropa del día anterior(con una que otra manchita de vomito seco) no me bañe, no me afeite ni desayune así a capela me fui a la oficina todo hediondo, cuando llegue mi jefe me la hizo de a pedo de tal forma que parecía que yo sudaba a cantaros, pero la humedad en mi cara fue a causa de los perdigones de saliva que mi jefe echaba por la boca -se me hizo tarde y cuando salí de la casa había mucho trafico- respondí, (trafico a las 11:30am con rumbo al oriente de la ciudad) estaba a punto de mandarme al carajo cuando recordó que yo había dejado cotizaciones urgentes pendientes y un par de cuantiosas ventas listas a ser cobradas tan pronto levantara el teléfono, me la perdono con una severa llamada de atención y una advertencia con el dedo índice muy en alto. alcé los hombros y dije -seeeeeeaaaaajjuuuummmm- Korky el único de la oficina que me caga fue el primero en entrometerse haciéndome fiesta y alabanza del repentino e injustificado acto de rebeldía, que en sus últimos 5 trabajos nunca había visto a alguien con tantos huevos para mandar a la chingada a su jefe y salir ileso, el tipo estaba que no cabía de la emoción me hablaba de no se que tantas cosas del che Güevara, Gandhi, y de George Orwell mientras escribía un mail en el cual de reojo vi que estaba escribiendo de mi gran hazaña obviamente iba a enviar un mail masivo a toda la empresa, hablaba y hablaba y volví a escuchar al carrito de los camotes solo hasta su ultimo cuestionamiento

-¿verdad que si wey?-

-Ya deja de parlotear que no te entiendo...no me estés chingando- Su brillante sonrisa se tornó como la de los payasitos chillones de los cuadros oscurantistas, hizo mutis empezó a borrar el contenido de su mail que rápidamente reemplazo con datos de la empresa y unas fichas técnicas de producto. Llego la hora de la comida y salí de la oficina con intensiones de no regresar nunca, me detuve a comprar un rutinario tepache helado de doña Peche, podría estar deprimido y asustado pero doce horas sin comer son doce horas sin comer así que caminé unas calles hacia el acostumbrado puesto de comida y fue en el camino cuando tuve una revelación, con el primer sorbo a la bolsita de tepache sentí que la virgen me hablaba, el sabor de la bebida era sin temor a equivocarme el mejor que había tenido el la boca en toda mi vida una cosa tan simple me hizo tan feliz en un parpadeo que hasta me refine 5 quesadillas un tlacoyo y un huarache con bistec de esos enormes que prepara la señora Mode, ridículamente habían pasado tan solo 15 minutos, tuve tiempo para comprarme una muda de ropa meterme al hotel ¿Cual Crisis? $100 y $200 tomar un baño y regresar a la oficina como si nada hubiera pasado tan campante que ni siquiera sentí o tuve la necesidad de pedirle disculpas a Korky y a mi jefe, no tenia porque hacerlo simplemente estaba seguro que se lo merecían.

Ahora pienso que la monotonía, la apatía, el hastió incluso la independencia, la estabilidad y esos patrones sociales que rigen nuestra vida en cuanto dejamos los juegos de niños son las que al final y a la mayoría terminan por convertirnos en la clase de adultos que nunca quisimos ser es por eso que ahora voy a vivir con un miedo constante a la muerte así puedo sacarle mayor partido a las cosas mas simples de mi no tan horrible vida. Pienso en la huida del consultorio y nunca supe cuanto tiempo me queda de vida ¿30, 40 50 años? tal vez mas tal vez menos, no sé porque el medico tuvo tan poco tacto para decirme que la gente tiene que morir algún día.

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Now playing: Mano Negra - King Kong Five
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1 comment:

Alexander Strauffon said...

Un shock y tetrico manejo a lo largo del post. Y el final muy bien.